Princesa. Mi eterna Princesa.
Tú, que me haces parte de la nobleza
Y que con tu sola presencia
Doblegas mi conciencia.
Cuanto quisiera llenarte de grandezas
De piedras preciosas y riquezas.
De grandes tierras, palacios, minerales
Y tantas cosas materiales.
Pero no puedo hacerlo.
Aunque son cosas banales
Y sé que las mereces
Sólo puede ofrecerte
Este amor que es verdadero
Que equivale a todo lo que tengo.
Para empezar te ofrezco mi mente
Para que de ella te apoderes y gobiernes.
Te ofrezco mis rezos y oraciones
Para que se conviertan en los ejércitos
Que siempre te custodien.
Te ofrezco una Corona de bellas flores
Para que ensalcen tu bello rostro
Y con matices de mágicos colores
Posen sobre tus cabellos y los adornen.
Te regalaré mis besos como pendientes
Observando en silencio tu dulce mirada.
Ellos se engalanan y agradecen
Reposando en tus suaves mejillas
Como un símbolo de amor puro y ferviente.
Y forjaré mi alma entera para ti mi Princesa
Lo haré como señal del amor que acreciento.
Pondré mi corazón como piedra preciosa
Y te haré una sortija que perdure en el tiempo.
Pero sólo quiero decirte a ti mi bella Princesa
Que si me amas la mitad de lo que yo te amo
Entonces mi bien amada
Seré muy felíz a tu lado.
Prometo cuidar de tí para siempre
Y lo haré hasta la eternidad.
Lo haré aunque me cueste la vida
Princesa, esa es mi realidad.
