martes, 26 de enero de 2010

RAZONES PARA AMAR

Te amo por lo que eres, por lo que vales, porque para mí vales mucho y porque para mi lo eres todo. Te quiero por lo que haces, porque le das razón a mi vida, porque alivias mis heridas, y aunque lo repita, no importa, porque en verdad vales mucho.

Te amo porque me haces sentir vivo, sagaz, coexistente; te adoro por lo que haces con este amor persistente, aunque a veces me vuelvas loco, obstinado e insistente.

Te amo, que hasta creo que deje de amarme a mi mismo, es lo lógico, porque sabes que somos uno solo, pues sin ti no soy nada, pues sin ti valgo poco.

Te amo tanto, que si tuviera que escribir todo lo que siento por ti, no bastarían los versos, no bastarían poemas, ni siquiera el best seller de una novela, porque para mí significas mucho y te mereces todo, y para mí todo … aún es nada en absoluto.

Y finalmente te amo desde antes, te amo en el presente, te amaré mañana por la mañana, y te amaré por siempre, y lo haré eternamente sin que nadie pueda detenerme, aunque a veces me parezca que no es lo suficiente. Por todo eso Te Amo.

lunes, 18 de enero de 2010

LOS DIAS DE NIÑO

Es un fin de semana cualquiera y me asomo por la ventana, de pronto veo cuatro críos que pasan presentándose a la carrera, es un día bonito, es domingo por la mañana.

Transportan una pelota, con alegría y mucho esmero, entonces se nubla mi vista, recuerdo inicios de vida, y viajando por mi memoria me acuerdo que fui pequeño.

En ese instante evoco en mi mente episodios de novel niño, cuando no había responsabilidades, tan sólo ser un buen chico y dedicado al estudio como cualquier chiquillo.

Recuerdo que en mi niñez no tardé en conocer amigos, pues los conseguía de todos los tipos, los grandes, los bajos, gordos, flaquitos, locuaces, callados, sin un prototipo, de todas las razas, incluso hasta un chino.

Poco a poco formé un grupo, una banda algo traviesa, pero casi sin darme cuenta, reclutábamos más pequeños, aceptándolos con simpleza. Pues total cuando uno es niño, todos son bienvenidos, siempre y cuando cumplan la fiel promesa, de cuidarse de la torpeza, y arriesgarse por la proeza.

No puedo quejarme, mi niñez la viví a mi antojo, hice travesuras por donde apuntaran mis ojos, rompí muchas lunas, jarrones, macetas, toqué muchos timbres, golpeé muchas puertas. También recuerdo las innumerables peleas, la mayoría de ellas adjudicadas por defenderlos, aquellas que hicieron que en casa me gane líos y riñas severas.

De pronto, una bulla me vuelve al presente, me regresa del viaje interno, la pelota rompió una luna, y un vecino a regañadientes reprocha la travesura, soltando lisura al viento.

Y mientras cierro la ventana, mi rostro esboza una sonrisa, pero mi boca suelta una risa que celebra la pillería; y en ese instante me digo, que aunque han pasado los años, y cada quien tomó su camino, ahora que soy adulto, aún recuerdo los días de niño.



lunes, 11 de enero de 2010

DISTANCIA

Agotas mi paciencia, haces que pierda mis sentidos, pues la tristeza debilita mis latidos cuando no tengo su presencia, y ante tanta insistencia, recurro a la inocencia de cerrar mis ojos y reclamarla en mi conciencia, cuando no tiene sentido.

No puedo hacer nada, si no estoy completo, la mañana no brilla, el sol me es ajeno, el mundo se agranda, y yo tan pequeño, si ella es mi mundo y mi firmamento, yo solo soy pluma que vaga en el viento.

Las horas avanzan, se alarga el sufrimiento, se acaba éste día, me muero por dentro, es una agonía que acaba mi vida, es una amargura que irrita aquí adentro; entonces comprendo lo que estoy sintiendo, entonces convivo con este lamento.

Porque desde ese momento valoro aquel trance, pues avivaste el motivo de éste romance; lo acepto y lo admito a puño cerrado, que me he convertido en tu mejor aliado, y es que así descubrí esta dulce armonía, porque gracias a tí la valoro día a día.


lunes, 4 de enero de 2010

DORMIR CONTIGO

Me gusta dormir contigo y poder contemplarte en silencio, mirándote tiernamente mientras reposo casi inmerso, cuidándote cada noche, dándote muchos besos.

No quiero cerrar mis ojos, no quiero ni me hace falta, no quiero quedar dormido, no quiero perderme nada, mejor me cayo y te admiro, porque sobran las palabras.

Bendita sea mi suerte, por tenerte aquí a mi lado, bendita sea la vida, por haberte encontrado, que no se acabe la noche, que no se haga de día, para decirle al mundo entero que tú eres sólo mía.

Pero las horas siguen su curso y amanece nuevamente, alejando tu frágil cuerpo, sin siquiera poder detenerte, y aunque sólo me queda el consuelo, de saber que soy tu dueño, no puedo evitarte en mi mente, pues quiero volver a verte.

Y las veces que duermo sólo, en verdad, no es lo mismo, la cama se me hace grande, y el cuarto se vuelve abismo, a solas me vuelvo otro, tan sólo soy espejismo.

Por eso es que te lo digo, por eso te lo repito, me gusta tenerte siempre, me gusta dormir contigo.